Por Miriam Ventura
La literatura dominicana y una amplia mayoría de sus ejecutores deben fama y reconocimiento, no solo a la asimilación del poder ya de izquierda o de derecha, sino a sus habilidades en el tiro vertical. Efectos de gravedad, una sobreactuada aceleración de la masa poética y el cómo vienen los tiempos, han dejado la enseñanza de que el culto a las “vacas sagradas” y su “gravedad” son responsables irresponsables de la aceleración… del ascenso de voces.
Como todo lo que sube debe bajar hay gente que ha vivido de la movilidad social que en literatura le oferta el llamado tiro vertical. Hoy esa gente encierra su dignidad en un closet y se queja, frente a las puertas del antólogo o antóloga.
Pero la buena poesía no depende de la aceleración, ni de la gravedad. La buena poesía como la música o la pintura o la arquitectura, tiene una estructura fundamental que debe resistirlo todo incluso la descomposición, la lectura y des lectura, y, sobre todo la jerarquización por parte de una crítica responsable que pretende encontrar la verdadera masa de quien la crea, plasma, ejecuta la obra.
Viene bien acercarse, a un modelo, aunque no necesariamente se le imite, son necesarios los referentes y aunque molesten canonjías mal usadas por algunos, los cánones, si son necesarios. Y lo pluralizo porque, este artículo que se referirá a un canon particularmente horizontal no pierde de vista que el canon como concepto es diverso y variado en algunos géneros del arte.
UN INSERT
Para despejar alguna idea tergiversadora, aclaro que el autor, cuya obra me ocupa goza de todo mi respeto y de algunas diferencias, pero ante la seriedad y profundidad de su trabajo, creo que, aunque me encuentre entre las incluidas, no se me debe privar del derecho a saborear el maravilloso y provocador trabajo contenido en El Canon Horizontal del doctor Miguel Ángel Fornerin.
Vamos al Canon Horizontal de Fornerin
Cuando a vuelta de correo, recibí El Canon Horizontal (413 páginas) Lo abrí al azar -a lo Enriquillo Sánchez- y, en Enriquillo Sánchez. Me lo leí con avidez. La jornada no se detuvo. Fue un viaje por un mundo que no me es ajeno. La geometría del título habla y claro respecto a la literatura dominicana y se extiende con base a la historia del poder político y cultural de la nación. Fornerin presenta su Canon Horizontal y replantea, obras, autores, dejando saber la necesidad de volver, de poner más atención al pensamiento dominicano.
Su introducción es esencial para entender su preocupación contenida incluso en otros libros. Entender qué tipo de amor siente Miguel Ángel Fornerin por las letras dominicanas y puertorriqueñas. Cuál es su empeño en reseñar, escribir compilar, y particularmente en hacer critica literaria independiente del poder.
Fornerin parece entrarles a dos manos al “nihilismo” dominicano y rechaza en su introducción el manido concepto de utopía entre los izquierdistas dominicanos. Menciona que el mundo de la no-crítica política, es decir el mundo perfecto de la izquierda contemporánea de RD, -interpreto- no debió comenzar sin haber estudiado antes el pensamiento dominicano.
Entonces se explica porque el posible progreso social dominicano ha caído en el vacío y los socialistas y progresistas se tornaron nihilistas. El infinito y el cero son iguales en el nihilismo.
Pregunté, al doctor Fornerin, si la interpretación que hice de su introducción era correcta.
Pregunté, al doctor Fornerin, si la interpretación que hice de su introducción era correcta.
Su respuesta fue sí.
Lo geométrico del título más que rabiaca por exclusión debía convocar reflexión. El Canon Horizontal reúne vitalidades, reseña de autores consagrados tales como Pedro Peix, Andrés L Mateo, Rene Rodríguez Soriano, Marcio Veloz Maggiolo, y cuentistas, poetas novelistas de factura relativamente joven, pero a los que el autor del Canon Horizontal coloca frente al horizonte de las letras dominicana. Desde la página 17 hasta la página 29, un texto exquisito: Aportes de Don Juan Bosch al conocimiento histórico.
Fornerin también incluye algunos puertorriqueños destacados como Rosario Ferrer, Julia de Burgos, Alfredo Collado Martell, entre muchos otros.
En progreso
Lo geométrico del título más que rabiaca por exclusión debía convocar reflexión. El Canon Horizontal reúne vitalidades, reseña de autores consagrados tales como Pedro Peix, Andrés L Mateo, Rene Rodríguez Soriano, Marcio Veloz Maggiolo, y cuentistas, poetas novelistas de factura relativamente joven, pero a los que el autor del Canon Horizontal coloca frente al horizonte de las letras dominicana. Desde la página 17 hasta la página 29, un texto exquisito: Aportes de Don Juan Bosch al conocimiento histórico.
Fornerin también incluye algunos puertorriqueños destacados como Rosario Ferrer, Julia de Burgos, Alfredo Collado Martell, entre muchos otros.
En progreso
No comments:
Post a Comment