Me
pasa lo que a ti, Fernando, una pervertida resolución suicida
enjuagándose
en la tocata de mi lava platos. La escucho discutir
en
el chasquido, mi taza polaca pierde los diminutos detalles
que
me llevaron a ella. Que me transformaron en dueña de ella
Es
entonces donde mi ser juega con el cambio y el retorno.
Ya
no será más mi taza polaca sino el objeto al que jamás le otorgué
la
certeza del cambio. ¡Precavida! es lo que menos me sienta
Para
mi taza polaca, jamás un antes, jamás un después.
En
está pérdida total de noción he borrado al primer día,
También
los años subsiguientes
los
largos años de vida juntas. Se borrará también
la
pasión de las dos por el aroma.