2/14/2020
Carta a una amiga
Querída amiga
Deseo llamar tu atención sobre tu imagen pública y algunas presentaciones tuyas que he visto en la red (YouTube, otras) Disculpa por decirte esto: No te ves bien. Se te nota el ego un poco alterado y en lo que vi, en esas imágenes y videos al parecer convocas, provocas risas, que lucen casi burla. Lo noté no solo entre los asistentes a tus encumbrados eventos y presentaciones de libros, sino también en algunos de tus presentadores.
Por otro lado, me alegra saber que en el 2017 aceptaste nombraran simbólicamente una calle con tu nombre. Por tu “senioridad” debió ser una Avenida, no una calle y debió extenderse no a un solo día, sino, por los siglos de los siglos…
Amiga, nosotras sabemos que eso de la calle es un bla bla bla, simbólico. Lo hablamos por teléfono en años anteriores e incluso, una vez ambas decidimos no aceptar ese “homenaje” si alguna vez nos lo ofrecían (a mí nunca se atreverán a ofrecerme tal “distinción”)
Recuerdo incluso lo llegamos a cuestionar en artículos firmados por mí, siempre bien documentados por tus valiosas informaciones sobre todas las diabluras de Rafael Lantigua, ministro de cultura en las gestiones de Leonel Fernández, y los ministros de cultura subsiguientes y de los poetas del ministerio. La verdad es que echo de menos tus datos, informes, rastreos, recursos etc. Que ya no me llegan con la frecuencia de antes.
Al menos las últimas declaraciones e informaciones tuyas que conservo datan de mediados del 2017. En el 2018 y 19, ausencias, pretextos.
Amiga, sin embargo, cuando digo me alegra lo hayas aceptado, es porque, tu como figura pública no puedes vivir al margen, máxime en un país donde los poetas y periodistas o se meten a bocinas e informantes a cambio de remesas de NY y España, dadivas políticas o a regalitos, puestos consulares, cargos etc. o, simplemente se convierten en anónimos. La cumbre: llegar a ser funcionario.
Querida amiga en República Dominicana nadie es independiente. En tu caso, justifico (cargos, reconocimientos, loas) del gobierno y el Ministerio de Cultura, incluso sin obra poética solida a considerar, pues no podías “vivir del aire”. Tenías que comer, pagar la renta, el estatus, los viajes. Siempre te entendí cuando me llamabas varada en medio de algún aeropuerto o evento en Puerto Rico y otras latitudes. Había que poner en pie la recolección de dólares.
Qué maravilla la modernidad ¡Las cosas han cambiado!, ya no hay que enviar remesas, a los y las informantes, a los y las amigas, pues una se entera, gracias a las páginas de Transparencia, sino de todo, al menos de una gran parte del desfalco cultural, político, económico de la Nación dominicana por parte de los gobiernos y el Estado, peledeistas. Todo gracias a esas páginas de “transparencia”. Lo demás pájaro en garza.
Es decir, en un país de tantas fullerías culturales, de suplantación de “logros” y figuras supuestamente literarias, que la ignorancia colectiva aplaude, algo se tiene que escapar; comida para periodistas.
Nota:
A quien le sirva el vestido que se lo ponga
Saludos
Miriam Ventura
Westchester NY 2/14/20
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