El papel timbrado de las cartas de invitacion de la Feria del comisionado incluiye el membrete el simbolo de la Municipalidad .de NY ignorancia? |
Por Miriam Ventura
Westchester NY.-Este fin de semana el país se quedo sin la alborada de abril, sin fragua, sin la visión del amoroso ente, desprovista completamente de su ritual onírico, no sabemos cómo sobrevivió Santo Domingo, en la tempestad del silencio.
Si hace ya mucho tiempo el patricio Juan Pablo Duarte entro en “depre”, ante la salida sorpresiva del arsenal de poetas, folcloristas, hombres y mujeres cultos que se tomaron un “weekend” cultural pasando noches de insomnio, se justifica al Duarte melancólico del oficial mayor, en “extranjerismos”, don Odalis Pérez
El país y sus aceras se quedaron sin teóricos y sin poesía, se formaron carriles en el aire rumbo al Nueva Yol..., apetecido, entonces le armaron a Washington Heights un jolgorio cultural con los murales de Yi-yoh Roble, grabados de Mario Pérez , y se formo una liga de peso welter donde era difícil distinguir las voces de una generación y de la otra, los altos y bajos registros de la poesía dominicana viajo por Jet Blue, algunos en primera clase, para darle un “boost” a la novatada literaria del Alto Manhattan que eufóricamente les cargo las maletas.
Solo había que mirar debajo de las mesas de los escritores vendedores y de las dos o tres editoriales destacándose la alebrecada Santuario, las cuatro patas de las mesas parecían decir: trágame tierra, de tantas maletas atestadas de libros. En el “together” no se sabía quién era quién. Dispuesta a no ceder más espacio a la maleza, me abrí paso, me apersone rauda a verificar la magnitud del “evento”: La 8va Feria del Libro Dominicano en NY, en su segundo y último día. Era domingo 28, cuando llegué estaba armado el “muñeco”, quedaban los remanentes del “baile en la calle de noche, baile en la calle de día” en que se había convertido la noche de la inauguración, pues ya no era “juanita” cargada de lejanía, sino los “pensadores” de la isla que se nos vino encima con todo y maleta...
Al hacer mi segundo arribo viajando desde el área estatal donde vivo hasta el New York City de Fankiko Sinatra, una cadena de mesas cual venta de garaje, me recibió. La mezcla de gente entre buhoneros, vendedores ambulantes, y profesionales de la más diversa especie encurtidos con poetas y marinara de libros nuevos y usados, mascaras -como si fueran reliquias y no el artefacto facial y mental de uso diario-, artesanía a dos por chele, y aunque toda la gama artesanal no representara en su totalidad la cultura del dominicano residente en la urbe, allí estaban sin embargo las carteritas, caretitas, focos, llaveros con el escudo nacional, las polveras y muñequitas para mesitas de noche y coquetas diciéndome “hola, que tal”.
Extendía la mirada y mesa, mesa, mesas de promoción de las instituciones de la comunidad entre ellas el Instituto Duartiano, la UASD, y el Consejo Nacional de Dominicanos en el Exterior especie de copia al carbón de la del querido Máximo Padilla, y adscrita al gobierno dominicano, Colegio Dominicano de Periodistas, mas estantes improvisados con ventas diversas, todos los espacios eran rentados. Amén de que el señor Comisionado de cultura hizo sus excepciones.
Después de superar el propio estrellato y la sorpresa de gente que no me veía por esos predios en años, finalmente llego a la puerta de la Escuela Gregorio Luperon, pero antes me sorprende Carolina Beaumont con el libro de superación personal y consejos sobre la amistad de María Magdalena Solano Joseph, titulado Todo lo que brilla no es oro -el poder de la amistad- edición impreso en Amigos del Hogar, libro que se suma a unos 15 títulos que en el área de superación personal y relaciones humanas que estuvieron presentes en la Feria ya en puestos de venta como en presentaciones de libro, registrados y en el programa.
Avancé un poco más para poder respirar, pues el tema de la superación personal me aturde, aunque reconozco algunos autores de este tipo de libro aciertan, María Magdalena, puede ser una que lo logre; así que para tomar otro aire de la temática antes de entrar a la Gregorio Luperón me detuve en algunas de esas instituciones que se promovían, confirme que de todas pocas eran realmente independientes del gobierno y que su labor allí no educaba a la comunidad de ese vecindario, sino que su literatura, los dossier, a lo sumo podían obnubilar a muchos.
En el camino alguien me jugo una broma al preguntárme si participaría en una charla o taller titulado como aprender a ser brujo. Me impacto, pero no tanto como ver a Funglode enseñándonos a reciclar a los que vivimos en USA, la matita del cinismo, cuando si no reciclo en este país me dan una multa en dólares, o aprendo o pago. Es decir me ponen a Funglode, a los diputados de ultramar y a los Consejos consultivos de la academia y del oficialismo, todos dependientes del gobierno dominicano, tal cual el “arroz de 8” a darme catedra de como ser una buena y recicladora ciudadana.
Entonces me quedo turbada ante tantos escritores de la oficialidad de allá y de aquí (excepciones ligerísimas, aparte) intentan educarme o someterme?.
Es la Feria que mas me he gozado en todos estos años en NY.
Temáticas dispersas, excesivas y desbalanceadas, sin una guía generadora de conocimientos; la cantidad de charlas y presentaciones de un mismo autor y que competían muy cerradamente los que llegaron a New York a pasar su “weekend”, con los escritores de la oficialidad y el figurerismo de NY, que no son la mayoría...
Mientras avanzaba con mi programa en mano hice mis propias estadísticas, subraye las intervenciones repetidas de un mismo escritor. En este recorrido he descubierto cuan versátiles son los escritores dominicanos tanto la gran mayoría de los invitados de RD como los de aquí.
Así eche manos de unas pildoritas para los vértigos, pues abría una puerta de un salón y encontraba a un folclorista hablando de literatura, cruzaba al otro salón y allí estaba un poeta dándonos la clave para el éxito, o una escritora disertando sobre lo bien que se pasa la vida en una botellita de amonia con suela y agua de coco y además poetas operando pequeños monstruos con lentes, grabadoras y hasta recolectores de huellas digitales.Alli los poetas mismos de las conferencias y los talleres eran reporteros, fotógrafos, guionistas, camarografos.
El país y sus aceras se quedaron sin teóricos y sin poesía, se formaron carriles en el aire rumbo al Nueva Yol..., apetecido, entonces le armaron a Washington Heights un jolgorio cultural con los murales de Yi-yoh Roble, grabados de Mario Pérez , y se formo una liga de peso welter donde era difícil distinguir las voces de una generación y de la otra, los altos y bajos registros de la poesía dominicana viajo por Jet Blue, algunos en primera clase, para darle un “boost” a la novatada literaria del Alto Manhattan que eufóricamente les cargo las maletas.
Solo había que mirar debajo de las mesas de los escritores vendedores y de las dos o tres editoriales destacándose la alebrecada Santuario, las cuatro patas de las mesas parecían decir: trágame tierra, de tantas maletas atestadas de libros. En el “together” no se sabía quién era quién. Dispuesta a no ceder más espacio a la maleza, me abrí paso, me apersone rauda a verificar la magnitud del “evento”: La 8va Feria del Libro Dominicano en NY, en su segundo y último día. Era domingo 28, cuando llegué estaba armado el “muñeco”, quedaban los remanentes del “baile en la calle de noche, baile en la calle de día” en que se había convertido la noche de la inauguración, pues ya no era “juanita” cargada de lejanía, sino los “pensadores” de la isla que se nos vino encima con todo y maleta...
Al hacer mi segundo arribo viajando desde el área estatal donde vivo hasta el New York City de Fankiko Sinatra, una cadena de mesas cual venta de garaje, me recibió. La mezcla de gente entre buhoneros, vendedores ambulantes, y profesionales de la más diversa especie encurtidos con poetas y marinara de libros nuevos y usados, mascaras -como si fueran reliquias y no el artefacto facial y mental de uso diario-, artesanía a dos por chele, y aunque toda la gama artesanal no representara en su totalidad la cultura del dominicano residente en la urbe, allí estaban sin embargo las carteritas, caretitas, focos, llaveros con el escudo nacional, las polveras y muñequitas para mesitas de noche y coquetas diciéndome “hola, que tal”.
Extendía la mirada y mesa, mesa, mesas de promoción de las instituciones de la comunidad entre ellas el Instituto Duartiano, la UASD, y el Consejo Nacional de Dominicanos en el Exterior especie de copia al carbón de la del querido Máximo Padilla, y adscrita al gobierno dominicano, Colegio Dominicano de Periodistas, mas estantes improvisados con ventas diversas, todos los espacios eran rentados. Amén de que el señor Comisionado de cultura hizo sus excepciones.
Después de superar el propio estrellato y la sorpresa de gente que no me veía por esos predios en años, finalmente llego a la puerta de la Escuela Gregorio Luperon, pero antes me sorprende Carolina Beaumont con el libro de superación personal y consejos sobre la amistad de María Magdalena Solano Joseph, titulado Todo lo que brilla no es oro -el poder de la amistad- edición impreso en Amigos del Hogar, libro que se suma a unos 15 títulos que en el área de superación personal y relaciones humanas que estuvieron presentes en la Feria ya en puestos de venta como en presentaciones de libro, registrados y en el programa.
Avancé un poco más para poder respirar, pues el tema de la superación personal me aturde, aunque reconozco algunos autores de este tipo de libro aciertan, María Magdalena, puede ser una que lo logre; así que para tomar otro aire de la temática antes de entrar a la Gregorio Luperón me detuve en algunas de esas instituciones que se promovían, confirme que de todas pocas eran realmente independientes del gobierno y que su labor allí no educaba a la comunidad de ese vecindario, sino que su literatura, los dossier, a lo sumo podían obnubilar a muchos.
En el camino alguien me jugo una broma al preguntárme si participaría en una charla o taller titulado como aprender a ser brujo. Me impacto, pero no tanto como ver a Funglode enseñándonos a reciclar a los que vivimos en USA, la matita del cinismo, cuando si no reciclo en este país me dan una multa en dólares, o aprendo o pago. Es decir me ponen a Funglode, a los diputados de ultramar y a los Consejos consultivos de la academia y del oficialismo, todos dependientes del gobierno dominicano, tal cual el “arroz de 8” a darme catedra de como ser una buena y recicladora ciudadana.
Entonces me quedo turbada ante tantos escritores de la oficialidad de allá y de aquí (excepciones ligerísimas, aparte) intentan educarme o someterme?.
Es la Feria que mas me he gozado en todos estos años en NY.
Temáticas dispersas, excesivas y desbalanceadas, sin una guía generadora de conocimientos; la cantidad de charlas y presentaciones de un mismo autor y que competían muy cerradamente los que llegaron a New York a pasar su “weekend”, con los escritores de la oficialidad y el figurerismo de NY, que no son la mayoría...
Mientras avanzaba con mi programa en mano hice mis propias estadísticas, subraye las intervenciones repetidas de un mismo escritor. En este recorrido he descubierto cuan versátiles son los escritores dominicanos tanto la gran mayoría de los invitados de RD como los de aquí.
Así eche manos de unas pildoritas para los vértigos, pues abría una puerta de un salón y encontraba a un folclorista hablando de literatura, cruzaba al otro salón y allí estaba un poeta dándonos la clave para el éxito, o una escritora disertando sobre lo bien que se pasa la vida en una botellita de amonia con suela y agua de coco y además poetas operando pequeños monstruos con lentes, grabadoras y hasta recolectores de huellas digitales.Alli los poetas mismos de las conferencias y los talleres eran reporteros, fotógrafos, guionistas, camarografos.
Unica Feria cuyo organigrama elimina a los presentadores |
En el programa de la Feria perdí la cabeza subrayando nombres que se repitan y aparecían por arte de magia en otro renglón.
Sus nombres me figuraban cruza calles saltando de una temática a otra. Además del desbalance de un género del arte a otro. El cine, el teatro y la música, eslabones claves para entender un poco más al Ministerio de Cultura que nos toca vivir, dominaron el escenario. Como hay que dejar pan para mayo y una guarnición de harina para abril, por ahora detengo y me detengo en el recuento de una Feria con matices positivo pero con mucho desenfreno, y no me quiero salir del carril al menos no por ahora en lo que me doy un baño de cañafístula con ramos de pino...
http://buenalectura.wordpress.com/2014/10/03/recuento-al-por-mayor-y-detalle-de-una-feria-de-libros-para-gozar/
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