
"Para que haya arte, para que exista un fenómeno
o mirada estética, es necesaria la siguiente condición
fisiológica: la embriaguez".
Friedrich Nietzsche
La emigración latino-americana de los últimos tiempos hacia Estados Unidos (en especial la del Caribe hispano), está demarcada por el carácter urbanístico que gustos y afinidades logran identificar en este sector social de la clase media o de "nueva inteligencia”. El otro aspecto axiológico, es que la clase media que incide en este proceso arrastra una cosmovisión y tradición que le implica frente a un aparato estético y empírico-tecnológico, aupado por los mecanismos de la lógica-computer y de la sistematicidad de una educación de consumo.
Cuando el escritor y artista arrastra desde su lugar de origen el adefesio de alguna utopía (ya sea de naturaleza estética, política o religiosa, su esfuerzo anti-sistémico por abrir un espacio contestatario, se traduce inequívocamente por un anti-juicio y por una heterodoxia. en el caso que nos ocupa, Miriam Ventura y su obra, el hacer estético se identifica como plasma o suplemento del lenguaje. Esto es, la identificación de la palabra por la palabra misma (paradigmáticamente las imágenes no distinguen dos espacios del nivel escriptural: el yo-personalidad y el significante como práctica de la comunicación estética). Frente al aspecto estético (en el caso específico de este género poético), el lenguaje, se auto -simboliza, adecuando contextos y subcontextos del mito de la "realidad":
Tengo un alma
una brecha a la salida del enojo
lo salvaje me da olor con flores
al cabello
Hay un intento de escribir cosmogónicamente el “libro de la vida", de conectar todos los temas del sufrimiento y el desgarre provocando imágenes compulsivas de soledad y aislamiento en un universo de palabras y sombras.
Colores me alebrecan lo biunívoco de una ciudad
puesta de nalgas
No ser más un signo étnico en las nubes
otra cosa la que llama
Si el amor hace maromas
a posiciona el dedo grande a todo el cuerpo
hecho gajos dulces gajos
regresa a enderezar entuertos a mover cuchillos
Inter sonoro un gran dolor a desnudarme
quedo corta para hacer de mi desgarre
argollitas por donde cruza el miedo
Al otro extremo forcejeo Jaque al rey
Brindo certera por la reina
(Desnuda ante el santuario)
La emigración latino-americana de los últimos tiempos hacia Estados Unidos (en especial la del Caribe hispano), está demarcada por el carácter urbanístico que gustos y afinidades logran identificar en este sector social de la clase media o de "nueva inteligencia”. El otro aspecto axiológico, es que la clase media que incide en este proceso arrastra una cosmovisión y tradición que le implica frente a un aparato estético y empírico-tecnológico, aupado por los mecanismos de la lógica-computer y de la sistematicidad de una educación de consumo.
Cuando el escritor y artista arrastra desde su lugar de origen el adefesio de alguna utopía (ya sea de naturaleza estética, política o religiosa, su esfuerzo anti-sistémico por abrir un espacio contestatario, se traduce inequívocamente por un anti-juicio y por una heterodoxia. en el caso que nos ocupa, Miriam Ventura y su obra, el hacer estético se identifica como plasma o suplemento del lenguaje. Esto es, la identificación de la palabra por la palabra misma (paradigmáticamente las imágenes no distinguen dos espacios del nivel escriptural: el yo-personalidad y el significante como práctica de la comunicación estética). Frente al aspecto estético (en el caso específico de este género poético), el lenguaje, se auto -simboliza, adecuando contextos y subcontextos del mito de la "realidad":
Tengo un alma
una brecha a la salida del enojo
lo salvaje me da olor con flores
al cabello
Hay un intento de escribir cosmogónicamente el “libro de la vida", de conectar todos los temas del sufrimiento y el desgarre provocando imágenes compulsivas de soledad y aislamiento en un universo de palabras y sombras.
Colores me alebrecan lo biunívoco de una ciudad
puesta de nalgas
No ser más un signo étnico en las nubes
otra cosa la que llama
Si el amor hace maromas
a posiciona el dedo grande a todo el cuerpo
hecho gajos dulces gajos
regresa a enderezar entuertos a mover cuchillos
Inter sonoro un gran dolor a desnudarme
quedo corta para hacer de mi desgarre
argollitas por donde cruza el miedo
Al otro extremo forcejeo Jaque al rey
Brindo certera por la reina
(Desnuda ante el santuario)
Partimos de que el proceso de abstracción no identifica en el sentido tradicional de los términos: ID-
personalidad y super-ego-lenguaje. Sin embargo, la escritora-artista sabe que el único rostro o huella frente al tiempo es la individualidad-cosmo, en donde el acto (y aquí como historia y avatares), se propone colectivamente y disfrazado (mimesis y contemplación), para olvidar un no-tiempo perdido en la oscuridad de un inconsciente del no acto; pleno como feto en formación. El lenguaje cruza vertiginosamente entre lo trágico y la semi-sonrisa.
Está desposeído. El triunfo del acto esta perdido por una ontología de la voz que se sabe margen. El texto en cuestión (disidente incluso ante su propio ritmo), danza de espaldas al pasado. Ofrece simiente movediza frente al presente. Se desplomaron los ídolos. "...todos los seres de esta clase tienen en su pensamiento y en sus acciones el color del subterráneo, en ellos todo es más pálido que en aquellos que viven a la luz del día.
Pero casi todas las formas que hoy honramos vivieron en otro tiempo en esta media luz sepulcral...Friedrich Nietzsche:(El ocaso de los ídolos. Tusquets Editor, Barcelona 1972, pag.96)
Decir es hacer en el universo de este texto. El lenguaje es lo que sostiene la imagen o al revés; la imagen sostenida por el ritmo. en este texto poético la incursión al fragmento: desgarramiento, pequeñas alegrías, el sentimiento sub-terráneo; crea la noción del tiempo literario y de la instancia primigenia. Ello es así, porque el lenguaje no se inocula como vacío-desgarrante, sino como acto en distancia:
personalidad y super-ego-lenguaje. Sin embargo, la escritora-artista sabe que el único rostro o huella frente al tiempo es la individualidad-cosmo, en donde el acto (y aquí como historia y avatares), se propone colectivamente y disfrazado (mimesis y contemplación), para olvidar un no-tiempo perdido en la oscuridad de un inconsciente del no acto; pleno como feto en formación. El lenguaje cruza vertiginosamente entre lo trágico y la semi-sonrisa.
Está desposeído. El triunfo del acto esta perdido por una ontología de la voz que se sabe margen. El texto en cuestión (disidente incluso ante su propio ritmo), danza de espaldas al pasado. Ofrece simiente movediza frente al presente. Se desplomaron los ídolos. "...todos los seres de esta clase tienen en su pensamiento y en sus acciones el color del subterráneo, en ellos todo es más pálido que en aquellos que viven a la luz del día.
Pero casi todas las formas que hoy honramos vivieron en otro tiempo en esta media luz sepulcral...Friedrich Nietzsche:(El ocaso de los ídolos. Tusquets Editor, Barcelona 1972, pag.96)
Decir es hacer en el universo de este texto. El lenguaje es lo que sostiene la imagen o al revés; la imagen sostenida por el ritmo. en este texto poético la incursión al fragmento: desgarramiento, pequeñas alegrías, el sentimiento sub-terráneo; crea la noción del tiempo literario y de la instancia primigenia. Ello es así, porque el lenguaje no se inocula como vacío-desgarrante, sino como acto en distancia:
Engreídos acuden a ella con ritual de samba
complicidad de naipes entre horóscopos premoniciones
Un numero
en el naufragio de historias. pág. 31
complicidad de naipes entre horóscopos premoniciones
Un numero
en el naufragio de historias. pág. 31
La realidad que intenta fundar este renovado lenguaje, no parte de las premisas causales de la psicología clásica, sino de la siquis como sirvienta del lenguaje (la alusión a Freud en la pág. 59). la intención de lo sublime en el espejo de la carne humana como la otra y el otro:
Toda carnosidad al borde suelta
pequeños demonios al filo de mi abdomen
Lo vital que me persigue en estado de cierre
como ultima mentira desnivel de auras
como el tango de mis trastes ... (La trasciendo)
El texto no encadena la imagen a lo onírico. Se trata de un bautizo entre dos egos (el asombro como comedia taumatúrgica). la escritora se sabe inocente. el ser histórico que cae al tiempo y la "otra" que se necesita-en-trascendencia:
Llene de ficción mis amarres
Enterré todas las llagas una noche
Moví mis secretos
quedé a solas
en cada bolla rótulos...
quede a solas con mis aguas y espejos
En este espacio actancial, la voz-ritmo busca el arquetipo de lo femenino como espejo-narciso.
Desde que el primer vientre fue tocado
todas las diosas de la noche van conmigo
en estación de mar ya desvirgado
certeza inscrita desde antes
La cosmovisión platónica de la trascendencia de la idea adquiere su plenitud en la Escuela de Plotino. la esencia que es antes que el ser-en-potencia, adquiere en la voz poética de Miriam Ventura su incursión en la post-modernidad:
Que lugar ocupará mi sombra
dentro del poema?
El canto que se diversifica a ultranza también se vierte rebelde ante el escamoteo de la experiencia compartida. a censura como organum-gramatical. Toda experiencia para el poeta es “trauma".
En esta colección el reflejo es para la poeta Miriam Ventura parte de su propio cosmo o lógica. Su rebeldía alcanza a fustigar el paréntesis de lo ético en la condición humana:
"...ciclos rojos descienden de mi íntimo sostén
no los comparto
nadie armaría
juglares duendecillos desde un cordel
a merced del infierno que pregonan los extraños
los viciosos de lo exacto.
Contra ellos va mi ira
que se callen. ¡Que se callen!
. Para acercarnos a un pensamiento de imagen se hace necesario fundamentar una a-lógica, en estos textos.
Toda carnosidad al borde suelta
pequeños demonios al filo de mi abdomen
Lo vital que me persigue en estado de cierre
como ultima mentira desnivel de auras
como el tango de mis trastes ... (La trasciendo)
El texto no encadena la imagen a lo onírico. Se trata de un bautizo entre dos egos (el asombro como comedia taumatúrgica). la escritora se sabe inocente. el ser histórico que cae al tiempo y la "otra" que se necesita-en-trascendencia:
Llene de ficción mis amarres
Enterré todas las llagas una noche
Moví mis secretos
quedé a solas
en cada bolla rótulos...
quede a solas con mis aguas y espejos
En este espacio actancial, la voz-ritmo busca el arquetipo de lo femenino como espejo-narciso.
Desde que el primer vientre fue tocado
todas las diosas de la noche van conmigo
en estación de mar ya desvirgado
certeza inscrita desde antes
La cosmovisión platónica de la trascendencia de la idea adquiere su plenitud en la Escuela de Plotino. la esencia que es antes que el ser-en-potencia, adquiere en la voz poética de Miriam Ventura su incursión en la post-modernidad:
Que lugar ocupará mi sombra
dentro del poema?
El canto que se diversifica a ultranza también se vierte rebelde ante el escamoteo de la experiencia compartida. a censura como organum-gramatical. Toda experiencia para el poeta es “trauma".
En esta colección el reflejo es para la poeta Miriam Ventura parte de su propio cosmo o lógica. Su rebeldía alcanza a fustigar el paréntesis de lo ético en la condición humana:
"...ciclos rojos descienden de mi íntimo sostén
no los comparto
nadie armaría
juglares duendecillos desde un cordel
a merced del infierno que pregonan los extraños
los viciosos de lo exacto.
Contra ellos va mi ira
que se callen. ¡Que se callen!
. Para acercarnos a un pensamiento de imagen se hace necesario fundamentar una a-lógica, en estos textos.
Se necesita vaciar el campo de pre-tender del éxtasis que concluye. La poeta no se pretende personalidad "in situ", sino voz desde el exilio: “En el arrobo, mi existencia vuelve a encontrar un sentido, pero el sentido se refiere de inmediato al ipse, se convierte en mi arrobo, un arrobo que yo ipse poseo, dando satisfacción a mi voluntad de serlo todo. En cuanto vuelvo a este punto cesa la comunicación, la pérdida de mí mismo, dejo de abandonarme me quedo ahí, pero con un saber nuevo" Georges Bataille: (La Experiencia Interior. Taurus Ediciones, S.A. 1986. pág. 62.)
El verso compromete todo artefacto verbal, en un sentido ontico es el ser -en - situación. El origen de la poiesis se integra a un nivel de abandono, de un mundo en abandono. Ambas voces establecen sombras y no coordenadas causales. En los textos de Miriam Ventura, no entra ninguna verdad reflejo, porque ella lo sabe.
El texto mismo como espacio es el ser " in vitro". No hay ninguna explicación fuera de la palabra misma., el gesto seria su reflejo. La poeta pre-siente lo catastrófico en cascada, sin embargo, dicho caos se disuelve en la experiencia de la cotidianidad.
La poeta al hablar olvida y olvida que nombra para ausentar la ficción convertida en realidad. El ejercicio de escribir cura a la poeta del éxtasis falso. el verso lo busca como blasfemia." Eso implica sufrimiento: los instintos protestan, y es a pesar de ellos y contra ellos que uno progresa hacia la irresolución absoluta, estado a penas distinto al que el lenguaje de los extáticos llama " el último punto del aniquilamiento". (E.M. Cioran: Historia y Utopía. Tusques Editores México. 1988. pág. 37.)
Los textos que integran este libro poseen un pensamiento de imagen. Su autora parece avisar su intención de fundar una realidad a partir de un lenguaje renovado desde el exilio. A su poética parece sostenerla un discurso.
Prof. Esteban Torres
NY, 1998
Hostos Community College
NOTA de Miriam Ventura
Un trabajo de Esteban Torres que data de 1998. Muchos de los escritores de entonces, aquellos a los que encontré a mi llegada a NY, no lo entendían, se burlaban de este ensayo y algunos en aquel listado famoso, por todo... (ABECEDARIO) tildaron mis Claves para fantasmas, como "claves fantasmagóricas" para hacer "bully" a costa de la autora, del libro y del entonces profesor de Hostos Community College, Esteban Torres.
Debo confesar que hice silencio, y, - con ello- hasta coro, como poeta recién llegada, para no entrar en conflictos con la "masa" de poetas de entonces, y porque no decirlo, facilitar el camino para ser aceptada en los “ámbitos” literarios y culturales de los dominicanos del Alto Manhattan y del Bronx. Y, si aceptada a costa de muchos sacrificios. Pero todos aterrizamos a la realidad, incluida yo. Asumido!
Confieso también que a mí misma me resulto difícil procesar el discurso del profesor Torres, especialmente porque para entonces no existían círculos para adentrarse en discusiones profundas y ontológicas sobre este ensayo y por propia ignorancia de lo que mi mano de escritora armaba fuera de toda lógica y razón. Ha pasado el tiempo y ensayos de otros críticos y estudiosos sobre mi obra posterior, me hacen retornar a este trabajo de Esteban Torres.
El verso compromete todo artefacto verbal, en un sentido ontico es el ser -en - situación. El origen de la poiesis se integra a un nivel de abandono, de un mundo en abandono. Ambas voces establecen sombras y no coordenadas causales. En los textos de Miriam Ventura, no entra ninguna verdad reflejo, porque ella lo sabe.
El texto mismo como espacio es el ser " in vitro". No hay ninguna explicación fuera de la palabra misma., el gesto seria su reflejo. La poeta pre-siente lo catastrófico en cascada, sin embargo, dicho caos se disuelve en la experiencia de la cotidianidad.
La poeta al hablar olvida y olvida que nombra para ausentar la ficción convertida en realidad. El ejercicio de escribir cura a la poeta del éxtasis falso. el verso lo busca como blasfemia." Eso implica sufrimiento: los instintos protestan, y es a pesar de ellos y contra ellos que uno progresa hacia la irresolución absoluta, estado a penas distinto al que el lenguaje de los extáticos llama " el último punto del aniquilamiento". (E.M. Cioran: Historia y Utopía. Tusques Editores México. 1988. pág. 37.)
Los textos que integran este libro poseen un pensamiento de imagen. Su autora parece avisar su intención de fundar una realidad a partir de un lenguaje renovado desde el exilio. A su poética parece sostenerla un discurso.
Prof. Esteban Torres
NY, 1998
Hostos Community College
NOTA de Miriam Ventura
Un trabajo de Esteban Torres que data de 1998. Muchos de los escritores de entonces, aquellos a los que encontré a mi llegada a NY, no lo entendían, se burlaban de este ensayo y algunos en aquel listado famoso, por todo... (ABECEDARIO) tildaron mis Claves para fantasmas, como "claves fantasmagóricas" para hacer "bully" a costa de la autora, del libro y del entonces profesor de Hostos Community College, Esteban Torres.
Debo confesar que hice silencio, y, - con ello- hasta coro, como poeta recién llegada, para no entrar en conflictos con la "masa" de poetas de entonces, y porque no decirlo, facilitar el camino para ser aceptada en los “ámbitos” literarios y culturales de los dominicanos del Alto Manhattan y del Bronx. Y, si aceptada a costa de muchos sacrificios. Pero todos aterrizamos a la realidad, incluida yo. Asumido!
Confieso también que a mí misma me resulto difícil procesar el discurso del profesor Torres, especialmente porque para entonces no existían círculos para adentrarse en discusiones profundas y ontológicas sobre este ensayo y por propia ignorancia de lo que mi mano de escritora armaba fuera de toda lógica y razón. Ha pasado el tiempo y ensayos de otros críticos y estudiosos sobre mi obra posterior, me hacen retornar a este trabajo de Esteban Torres.